El gambón austral o langostino argentino es un animal marino comestible que se encuentra encuadrado dentro de los crustáceos. Esta especie, cuyo nombre científico es el de Pleoticus muelleri solo se puede encontrar en el océano Atlántico sur, en las costas de Argentina, Uruguay y Brasil. Sin embargo la zona donde se encuentra la mayor población de langostino austral es en las costas de la Patagonia argentina.
Este animal está a medio camino entre un gambón y un langostino, se caracteriza por tener un ciclo de vida corto que ronda el año y medio de vida. El tamaño de los ejemplares de esta especie varía en función del sexo de los mismos. Los machos pueden llegar a pesar 50 gramos y medir 18 cm, las hembras por su parte pueden alcanzar los 22,5 cm y los 100 gramos de peso. El gambón austral se caracteriza por tener hábitos dimensal-bentónicos, lo que quiere decir que vive en aguas profundas durante el día y sube a la superficie durante la noche.
El langostino argentino es uno de los productos, dentro de la amplia gama de mariscos, más valorados en todo el mundo.
El langostino argentino es mundialmente reconocido por su sabor y textura únicos. Estas cualidades lo convierten en un ingrediente esencial en la cocina de alta calidad. Además, se trata de un producto asequible en comparación con otros langostinos de captura salvaje, lo que lo hace aún más atractivo para los consumidores más sensibles al precio.
A la hora de preparar langostinos argentinos, es importante tener en cuenta que se trata de un producto muy delicado y que debe ser tratado con cuidado para conservar su sabor y textura.
Por lo general, se recomienda cocinar los langostinos en agua salada hirviendo durante unos pocos minutos, o bien a la parrilla o al horno. Puedes encontrar este producto en infinidad de variantes: En brocheta, como carpaccio, en paellas, en ensaladas.